Only a smile

Only a smile
Je t'aime. Je t'espere ici, mon amour.

martes, 22 de octubre de 2013

Un poco más

Una pluma, un tintero y un puñado de viejos folios amontonados ante él, sentado en una silla, es lo único que podíamos encontrar en aquella oscura habitación, alumbrada únicamente por un candelabro, desgastado y reforzado por el paso de los años.
Se disponía a escribir el poema más asombroso que pudiese existir. Folios tras folios iban siendo arrojados a la basura como gotas de agua cayendo en plena tormenta.
No le salían las palabras. Cuando creía tenerlo listo, algo fallaba.
Dispuesto a darse por vencido -había desaprovechado tantas oportunidades y tantas hojas-, se encontraba ante el último folio; le pedía a gritos un esfuerzo más, un intento final.
Lo hizo, estaba seguro que esta vez sí.
Y así fue.
Conquistó a todos con sus palabras tintadas en el folio y llenas de sentimientos, de espera.

Noches indiferentes

Busco en el horizonte una luz tenue que me guíe, pero es de noche y hasta las farolas dejaron de funcionar con el frío.
Camino con paso firme, apresurada y con miedo. La oscuridad me envuelve y los leves sonidos propios de las noches me aterran más que el crujir de la madera en una vieja casa solitaria.
No sé a dónde voy ni a dónde quiero ir. Camino y camino, y la única luz visible es el reflejo de la luna llena allá, en un lejano cristal, ya desgastado por las ruinas que le rodean.
Me paro en seco y miro a mi alrededor. Solo estoy yo, ni un alma, ni un cuerpo más.
Entonces grito: <<viento, hazme volar>>. Y retomando el paso, vuelvo a caminar.

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Dejarlo todo por ti o vivirlo todo contigo?

Son muchos sueños, muchos planes, muchas ilusiones puestas y muchos momentos vividos. Sinceramente, hoy en día no puedo decirte con exactitud que es lo que quiero, pero sí lo que no.
No quiero dejar de luchar por un futuro. 
No quiero darme por vencida nunca, en ningún aspecto, en ninguna situación, sea cual sea. 
No quiero que un día desaparezcas y no veas que conseguí lo que ahora me propongo. 
Por eso y por más cosas que me guardo para contártelas al oído, me decanto por la segunda opción. 
Tú y yo,
yo y tú,
y sobrando, todo lo demás. 

Hoy no es el día.

Cuando nadie oye tus gritos, cuando crees que todo se va a desbordar y va a arrasar con todo lo que encuentre a su paso, cuando ya no puedes más…
Así me siento hoy.
Pequeña, frágil, triste, con ganas de gritar alto, llorar, llorar hasta que duela, hasta que no quede ninguna gota dentro. Para qué seguir aparentando ser fuerte si, en realidad, eso duele más. No lo soy, no, al igual que tú, tengo mis días malos, y hoy es uno de ellos. No quiero pensar en nada, no quiero explicaciones de nadie, solo busco desahogarme, y esta es la única forma que encuentro para hacerlo.
Tal vez busco que solo me prestes atención, te compadezcas de mí o simplemente intentes entenderme. Dependerá de quien seas buscaré en ti una cosa u otra. A lo mejor, ni siquiera busco nada, ¿quién sabe?
Muchas veces me siento así, consecuencia de guardarlo todo dentro de mí. Cuando menos me lo espero, hace –poom- y explota, tan fuerte y tan rápido que no me da tiempo a taparme, ni siquiera a alejarme para que no me alcance. Me lo he buscado, y seguro que ahora, cuando todo pase y todo vuelva a su cauce, volveré a querer aparentar lo que no soy, volveré a perseguir mi sueño de ser fuerte e irrompible, comportándome como tal día a día. Y volverá a pasar, te lo aseguro. Otra vez me veré como me veo hoy, aquí, contándote, en estas líneas llenas de emociones, eso que no sé expresar de otra manera. Y una y otra vez, lloraré, tirada en la cama, como si el mundo se acabase después.
Solo quiero que aparezca alguien y me lleve lejos, muy lejos. No me basta con cualquier “alguien”, esta vez tiene nombres y apellidos. Irnos los dos, donde nadie nos vea, donde nadie nos diga que hacer o no hacer, donde no tengamos que dar explicaciones, donde nos hagamos feliz el uno al otro con tan solo una sonrisa. Sí, eso quiero. Aunque al principio duela, aunque de vértigo, aunque cueste, ya le cogeremos el gusto y nada nos parecerá difícil.

Me parece increíble hasta a mí misma. Con tan solo un párrafo fui capaz de darle la vuelta a la tortilla, de pasar de un polo al otro polo opuesto. Ahora mi estado de ánimo cambió, ahora tengo un motivo para sonreír, para dejar de verlo todo negro y empezar a verlo gris. Esto es como el ying y el yang –siempre hay algo malo dentro de lo bueno y algo bueno dentro de lo malo-, no hay más. Volví a reconstruir mi coraza, a ser fuerte, ya nada me afecta, ya no quiero llorar, ahora solo quiero reír, saltar y cantar, y que tú lo hagas conmigo. Pero recuerda, es solo un escudo que de un duro golpe me pueden arrebatar; es solo apariencia. Protégeme cuando veas que voy a volver a caer. 

sábado, 2 de marzo de 2013

Noches de reflexión.

En noches como hoy emprendo mi camino, espero al destino de frente. Pierdo el norte, el oriente y el occidente. El sur nunca, eso va en la sangre, en el corazón. Es importante mirar hacia adelante y pensar en qué algo bueno va a pasar; ocurrirá en cualquier momento. Solo basta con no perder la esperanza. Sonreír, caminar, caminar y llegar hasta el final.
El vaso puede estar medio vacío. Pero para, no lo creas así. Es tiempo de mirar el lado bueno y decir que no, que como está es medio lleno, y solo se llenará si luchas por lo que quieres. Esta es la realidad.

domingo, 17 de febrero de 2013

Fuego camina conmigo.

Le dije: monta que te llevo al sol.
Me dijo: ¡qué tontería, arderás!
Le dije que no pensaba ir de día y se reía,
ya verás le decía si te fías de este guía.
Dicen que cuando llegas hay un flash, y me creía, me daba alas, parábamos a dar caladas en coordenadas desordenadas.
Sentados en el meridiano de Greenwich, dejábamos colgar las piernas, sabiendo que la búsqueda era eterna, y que hay muchas paradas a lo largo del camino y que lo importante no es llegar sino, sino el camino en sí.
Miramos atrás y supimos que nadie volvería a vernos más.

                                                                                          -Violadores del verso con Elphomega.

viernes, 15 de febrero de 2013

Disfruta los impulsos.





La vida es eso que pasa mientras te paras a pensar. Eso que te cambia las cosas cuando creías saberlo todo.




jueves, 14 de febrero de 2013

Amor incondicional, irremplazable.

Sinceramente me es indiferente que hoy sea 14 de febrero. Cómo si quiere ser 28 de agosto. El hombre de mi vida está a mi lado todos los días del año, me cuida, me protege y me da lo mejor de él. Solo él sabe cuando estoy triste o cuando estoy feliz, cuando quiero algo  o cuando no lo quiero, sin necesidad de pedírselo. Él es quien más me hace reír, el que más sonrisas me brinda, el que sé que estará a mi lado pase lo que pase, que nunca, y repito nunca, se irá de mi lado, ¿qué más se puede pedir? Ese hombre es mi padre, y sobre él no habrá nadie, porque un novio puede ser pasajero, pero un padre, por lo menos MI padre sé que es permanente, que ahí se quedará. Te quiero papá.

lunes, 11 de febrero de 2013

No solo esconde palabras.

Sus ojos se mantienen cerrados y la sombra de las largas pestañas se prolonga sobre los marcados pómulos y la pequeña nariz. Un poco más abajo, sobre la comisura izquierda de sus gruesos labios, se esconde el beso furtivo que jamás podré conseguir. 

domingo, 10 de febrero de 2013

Desorden mental: algo curioso, algo común.

Si hoy me pusiese a recapacitar y a decirte todo lo que pienso quizás me verías de otra forma. Es verdad que cada persona guarda muchos secretos, secretos inconfesables que ni a tú mejor amiga tienes el valor de contárselos, aun sabiendo que te pueden ayudar perfectamente, de que te conocen y te darán los mejores consejos. Pero esta vez no es así, todo es distinto, no sé qué pienso, no sé qué hago, no sé nada de la vida, sinceramente. Nadie me entiende porque ni yo misma consigo hacerlo.
Creía que mi cabeza estaba totalmente ordenada: una vida con unas personas fantásticas, una facultad donde estudio lo que quiero y toda una vida por delante para disfrutar de los mejores momentos que ésta te puede brindar. Pero no, siempre hay algo que falla, siempre hay algo que no permite que todo esté en su sitio, que todo esté bien. Ahora, justo en este momento, he de decir que mi cabeza es un caos.
A lo mejor tú que estás leyendo esto sabes por qué, pero también puede que no lo sepas. Quizás me estés entendiendo o quizás no, pero da igual, no busco consejo, busco desahogarme, busco expresar todo lo que siento y la mejor manera, o no mejor pero si única, de hacerlo es está.
Solo basta un segundo para que todo se complique, para que todo se tuerza, para que tu mundo quede descolocado, pero aún así intento seguir adelante, no me queda otra. A veces río, no como siempre pero como casi siempre. Me contradigo, parezco bipolar e incluso he llegado hasta a odiarme por ser tan tonta, sí sí, tonta. Así es como me siento en estos momentos.
Desde aquí te llamo a gritos; puede que sean gritos silenciosos pero sé que tú eres capaz de oírlos si te lo propones. Puede que este intento de llamarte, este intento de que vengas sea en vano, porque no espero que leas esto, pero de alguna manera tendré que hacerlo. Y no, no me cansaré de hacerlo, no me cansaré de llamarte, porque voy a estar esperándote aquí, aunque tenga que ser por una larga temporada. Te lo digo de verdad, no olvido fácilmente.
Si al empezar a leer esto no entendías nada, puede que ahora si lo hagas, ahora puedes estar seguro de lo que hablo y puedo estar segura de que alguna vez has pasado por mi situación y sabes qué se siente. Pero también pienso que como persona fuerte que eres saliste adelante, cuando pensabas que ni te quedaban fuerzas, así me siento yo ahora, hoy, en este minuto, en este segundo, mientras pienso y escribo esto... Si me quieres acude a mi lado, dame un poco de fuerza, de esa que te sobró en ese momento y de la que ahora me falta a mí, porque quizás, como tú, la tenga, tenga esa fuerza, pero no me doy cuenta. Y luego riámonos de todo, porque es lo que haremos cuando recordemos este momento y todo haya pasado. Diremos ''¿te acuerdas cuando...?'' y soltaremos la carcajada más grande que haya podido oírse nunca, pero mientras tanto aquí me veo. Aquí escribo, aquí me quedo, aquí te espero.

domingo, 3 de febrero de 2013

Si tú, yo

Si yo, tú
si caes, yo contigo
y nos levantaremos juntos
en esto unidos.

Si me pierdo, encuéntrame.
Si te pierdes, yo contigo,
y juntos leeremos en las estrellas
cual es nuestro camino.
Y si no existe, lo inventaremos.

Si la distancia es el olvido,
haré puentes con tus abrazos,
pues lo que tú y yo hemos vivido
no son cadenas...
ni siquiera lazos:
es el sueño de cualquier amigo
es pintar un -te quiero- a trazos,
y secarlo en nuestro regazo.

si yo, tú
si dudo, me empujas,
si dudas, te entiendo,
si callo, escucha mi mirada,
si callas, leeré tus gestos.

Si me necesitas silba
y construiré una escalera
hecha de tus últimos besos,
para robar a la luna una estrella
y ponerla en tu mesilla
para que te de luz.

Si yo, tú
si tú, yo también,
si lloro, ríeme,
si ríes, lloraré,
pues somos el equilibrio
dos mitades que forman un sueño.

Si yo, tú
si tú, conmigo
y si te arrodillas
haré que el mundo sea más bajo,
a tu medida,
pues a veces para seguir creciendo
hay que agacharse.

Si me dejas mantendré viva la llama
hasta que regreses,
y sin preguntas seguiremos caminando
y sin condiciones te seguiré perdonando,
si te duermes seguiremos soñando,
que el tiempo no ha pasado,
que el reloj se ha parado.

Y si alguna vez la risa
se te vuelve dura,
se te secan las lágrimas
y la ternura,
estaré a tu lado,
pues siempre te he querido
pues siempre te he cuidado.

Pero jamás te cures de quererme
pues el amor es como Don Quijote
sólo recobra la cordura, al morir
Quiéreme en mi locura,
pues mi camisa de fuerza eres tú,
y eso me calma,
y eso me cura.
Si yo, tú
si tú, yo
sin ti nada,
sin mí si quieres... Prueba.

                                                                                                         -Txus Di Fellatio

viernes, 25 de enero de 2013

A solas.

Hoy he vuelto a pasar por el lugar que sueles frecuentar. Aquel lugar en el que siempre nos veíamos. Llovía y no estabas. Me quedé esperándote, pero no aparecistes. Tal vez hayas dejado de ir porque sabes que puedo pasar yo. La próxima vez me esconderé y no me verás. Todo parecerá normal. Sin embargo yo, disfrutaré viéndote, aunque sea desde una esquina, entre la multitud. Entre suspiros y soplos de viento anhelo el momento, quizás improbable, quizás tardío, pero que sea solo tuyo y mío.