Only a smile

Only a smile
Je t'aime. Je t'espere ici, mon amour.

sábado, 25 de febrero de 2012

¿Quién dijo fácil?

Cuando éramos pequeños decíamos ojala fuéramos mayores, cuando somos mayores lo único que queremos es ser pequeños, son las contradicciones de la vida… Cuando lo tienes ya no lo quieres y cuando lo pierdes vuelves a quererlo. Recuerdo esos momentos en los que nuestra mayor preocupación era no salirnos de la raya al colorear, recuerdo cada clase de educación física jugando al reloj, recuerdo cada clase de matemáticas en la que lo único que nos preocupaba era no contar con los dedos por el miedo a que nos pillara el profesor, recuerdo cada pilla pilla, cada escondite, cada “pupu pupu ha dicho una palabrota” , cada baile del colegio, cada momento… Ahora en cambio solamente nos quedan recuerdos, con el paso del tiempo creces, maduras, pierdes la ignorancia y ves lo que realmente es la vida, empiezas a darte cuenta de que no todo es color de rosa, de que nuestras preocupaciones son algo más que un día castigado sin recreo, ahora en cambio nuestras preocupaciones es el no saber que hacer con tu vida, el no saber cual es el camino correcto, el no saber tus prioridades, estamos en una época de confusión llamada adolescencia, según dicen es la mejor época de la vida pero yo, no opino lo mismo, sino todo lo contrario esta es la época en la que realmente maduras a base de caer una y otra y otra vez… y te das cuenta de que todo cambia totalmente, de que los amigos de la infancia con el paso del tiempo se pierden, de que quien era tu mejor amigo te puede traicionar y cuando te das cuenta de cada una de las cosas que te quita la vida en forma de felicidad es cuando empezamos a madurar, madurar no es otra cosa que saber que todos tus sueños no se cumplen, que todo lo que quieres debes de luchar por ello, que ya no sirve de nada esos pequeños lloros para conseguir cualquier objetivo, que llorando no se consigue nada y que solamente tú tienes el dominio de tu vida y nadie más.

Aquellos maravillosos tiempos

Ayer estando en un parque en el que había pasado tantos momentos de mi infancia. Miraba recelosamente a los niños que jugaban, la verdad es que los envidiaba, estaban tan felices, sin ninguna preocupación, o eso parecía. Recuerdo que lo único que me preocupaba a mi en esas tardes era que mi muñeca fuese la mejor de todas, o que el chico más guapo de la clase me regalase una margarita recogida del suelo... Sumergida en mis pensamientos sentí por otra parte que me daban lástima, pequeños inocentes que aún no conocían las injusticas y problemas de esta vida.
Estoy segura que algún día, ellos, al igual que yo, se sentaran en ese mismo banco y recordaran con alegría los momentos tan felices que pasaron.

viernes, 10 de febrero de 2012

Decisiones, aprendizajes y sueños.

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar… decidí no esperar a las oportunidades sino yo misma buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo la mejor y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien «Amigo». Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, «el amor es una filosofía de vida». Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia luz tenue de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas… Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. Desde aquel día ya no duermo para descansar, ahora simplemente duermo para soñar.

Un largo viaje...

Me gustaría ir a París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Después? A Italia, donde me haré la típica foto donde yo, con toda mi fuerza y valentía , sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga . ¿Luego? A Londres, donde intentaré hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Siguiente? A Las Vegas, donde me gastaré muchísimo dinero en el casino para no ganar ni un duro , pero podré decir: ¡Viva Las Vegas, baby!. ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad, y veré como todo Manhattan amanece. ¿Y por último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Por último me iré a Los Ángeles. Arrasaré en todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré una foto con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiéndome mi Starbucks. También, me haré fotos junto al cartel de Hollywood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en LA. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré por última vez todo Los Ángeles.

Haz lo que desees, pero hazlo.




Quiere cuando tengas a quien querer, llora cuando tengas motivos para hacerlo, ríe cuando estés feliz, salta cuando haya un charco, mójate en la lluvia, baila con tus amigos, sácale una sonrisa a tus familiares, haz reír a alguien que esté triste, ayuda al que lo necesite, da a quien no tenga y perdona a quien se arrepiente. Pero nunca, nunca te acuestes pensando que has perdido el tiempo.

domingo, 5 de febrero de 2012

#Proverbio árabe.

No digas todo lo que sabes; no hagas todo lo que puedas; no creas todo lo que oyes; y no gastes todo lo que tienes. Porque el que dice todo lo que sabe; el que hace todo lo que puede; y el que cree todo lo que oye, muchas veces dice lo que no conviene; hace lo que no debe; juzga lo que no ve; y gasta lo que no tiene.

Mucho blah blah blah.

Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas.

viernes, 3 de febrero de 2012

Es tu vida; es tu cuento.

La vida es como un cuento, un cuento que tu vas a escribir con el paso de los años. En este cuento quizás encuentres a tu príncipe azul, que no siempre es azul. Los hay rojos, negros e incluso verdes, pero da igual como sea va a seguir siendo tu príncipe. Como Caperucita Roja sigue tu camino y nunca mires atrás, siempre hacia delante y aunque al final de camino veas al lobo, tú no te pares. Acuérdate de los tres cerditos, que no siempre lo mejor es lo mas fácil. Intenta ayudar a los que te quieren y a los que no te quieren también. Desconfía de las brujas que te regalan manzanas dulces, porque normalmente cuando las muerdes son muy amargas. Pero sobre todo lo mas importante de este cuento es que mientras lo escribas te lo pases muy bien. Disfruta todo lo que puedas, porque por desgracia no todos los cuentos tienen un final feliz.
Y COLORÍN COLORADO, TU VIDA HA COMENZADO.

Se llama FELICIDAD.

Lo único que quiero conseguir en esta vida es algo que la RAE define como el estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. Para mi es algo que no puede comprarse ni con todo el oro del mundo, ni con todo el dinero que puedas ganar trabajando las 24 horas de día, los 365 días del año. No puede obtenerse cambiándolo por nada ni sobornando a nadie para que te lo de. Nadie puede adquirirlo por ti, pues es algo que tienes que ganar tu mismo. Todo esto que yo defino, se llama FELICIDAD y es algo que debería estar presente siempre, en cada momento de nuestra existencia.